Aunque algunos
deportes tienen una mera finalidad recreativa o lúdica, lo habitual es que esté presente algún tipo de
competición, de la cual se obtenga una clasificación, unos ganadores y algún tipo de premio, trofeo o reconocimiento. Existen distintos
sistemas de competición más o menos adecuados a distintas modalidades deportivas. Algunos sistemas requieren un número elevado de encuentros o pruebas y son empleados en competiciones de larga duración desarrolladas de forma continua a lo largo de toda una temporada; en otros casos se busca obtener un ganador con el menor número de enfrentamientos para poderlo desarrollar en un tiempo reducido o intercalados con la competición regular principal a lo largo de toda la temporada.